lunes, 6 de julio de 2009

LAS HUELLAS DEL DELIRIO (CAPITULO TRES)


En investigación literaria la pluralidad de enfoques y métodos, sin soslayar los problemas que de ello se derivan, permite acercarse al texto literario con distintas claves interpretativas. Desde los enfoques tradicionales a los estudios culturales muy en boga en la crítica literaria actual se encuentra una serie de matices que aportan valiosos hallazgos. En lo referente a la novela hay varios estudios dedicados a su historiografía, forma, carácter social y su vinculación con los procesos históricos.
En resumen, encontramos una corriente tradicional ligada a la metafísica, la estilística, el impresionismo, la retórica; una corriente positivista que aísla la obra de su contexto social; también está la corriente marxista que limita la obra a un reflejo de la realidad social restándole importancia, tanto al proceso de elaboración como a la función creativa del autor y la estructura textual. Una de sus variantes, el estructuralismo genético, ha tenido gran aceptación en la crítica salvadoreña. Por otra parte la corriente psicológica en sus versiones freudiana y lacaneana han tenido también influencia en la crítica literaria latinoamericana.

Hacer una exposición exhaustiva de estas aproximaciones teórico-criticas escapa a los objetivos de este trabajo; los interesados pueden consultar autores que han desarrollado esta temática tales como Cabo y Rábade (2006), Pozuelo (1988, 2007), Viñas, 2007) entre otros.
En este marco, el trabajo que aquí se presenta está basado en un planteamiento histórico-sociológico de la literatura y se apoya en algunas categorías de la teoría de Bajtín (1985, 1991, 2003) sobre la novela.

En efecto, el marco de esta investigación tiene en cuenta algunas categorías desarrolladas por Bajtín (1985, 1991, 2003) sobre la novela. Para este teórico el discurso literario es un fenómeno social. Especialmente su planteamiento sobre la relación entre el texto y el contexto permite comprender el permanente e inacabado diálogo de la novela en el que se refractan los imaginarios sociales; de tal manera que toda ficción novelesca, como parte de esos imaginarios, lleva el signo ideológico y el horizonte de expectativas de la época que la engendra expresándolos a través del lenguaje. Efectivamente, Bajtín argumenta que

En cada momento histórico de la vida verbal-ideológica, cada generación (...) tiene su propio lenguaje; es más, cada edad tiene, en lo esencial, su lenguaje, su vocabulario, su sistema específico de acentuación que varían a su vez en función del estrato social, de la clase de enseñanza (...) y, finalmente coexisten en todo momento los lenguajes de las diferentes épocas y períodos de la vida social ideológica (Bajtín, 1991: 108).

El lenguaje es para el autor la única forma de dar cuenta del mundo y sus transformaciones. La única forma de configurar los imaginarios sociales en los cuales el hombre se ve a través de la mirada del otro. Por tal razón, la palabra en la novela juega un papel de crucial importancia para la construcción de la ficción y de la visión del mundo porque reacciona con mucha sensibilidad a los más pequeños cambios y oscilaciones de la vida social (Ibíd.: 117).

De ahí que se vuelva relevante su teoría de los cronotopos para comprender cómo se relacionan el tiempo y el espacio en la ficción novelesca. Para este autor la novela es:

un fenómeno plurilingüístico, plurilingual y plurivocal compuesto por unidades lingüísticas heterogéneas sometidas a diferentes normas estilísticas; una unidad superior subordinante; la diversidad social organizada artísticamente del lenguaje; y a veces, de lenguas y voces individuales (Ibíd.: 80). Su característica esencial es el hombre social hablante (Ibíd.:148-151).

Dada su naturaleza y la íntima ligazón con los procesos sociales, la novela debe concebirse como un género en proceso de constitución; sin estructuras fijas, donde lo fundamental es la palabra del hablante y no el discurso canonizado; de ahí su competencia plástica. La novela como género permite el ingreso de una variada gama de especies discursivas a su estructura ya que utiliza precisamente tales géneros como formas elaboradas de asimilación verbal de la realidad (Bajtin, 1985).

De ahí que Bajtín (1991) destaque los siguientes aspectos relevantes de la novela:

1) Transformación de las coordenadas tiempo-espaciales (cronotopos);

2) El carácter dialógico de la palabra que en el discurso novelesco constituye una polifonía;

3) Especiales estrategias narrativas mediante las cuales el autor incorpora el plurilingüismo;

1) Comportar las tensiones del contexto social a través de la palabra novelesca revelando así aquellos aspectos negados por la palabra autoritaria.

Lo anterior significa que la novela tiene una forma peculiar de asimilación del tiempo y del espacio, o sea, su propio cronotopo que a su vez se convierte en criterio de clasificación. Asimismo la novela es el género privilegiado entre las demás expresiones artísticas por comportar de una manera abierta y plural todas las voces posibles que coexisten en un momento concreto de la vida social; en resumen, pone al escritor ante la posibilidad de incorporar el plurilingüismo a la ficción novelesca mediante estrategias como el discurso de los narradores, el habla de los héroes, los géneros intercalados en una estructura que niega la palabra única y autoritaria (Bajtín, 1991).

Por otra parte, la teoría bajtineana del cronotopo novelesco nos ayuda a comprender ese Gran Diálogo a través del tiempo y del espacio. Definido por Bajtín (1991) como la conexión esencial de relaciones temporales y espaciales asimiladas artísticamente en la literatura, el cronotopo une indisolublemente los elementos espaciales y temporales en una totalidad que hace patente la relación del tiempo y del espacio en el movimiento argumental determinando, en buena medida, la imagen del hombre.

Estos planteamientos de Bajtín han sido ampliados y reformulados en muchos aspectos por sus seguidores. Destacados intelectuales como Krysinski, Szegedy-Maszák (véase el libro Teoría Literaria. Siglo XXI Editores. Madrid, España, 1993) y Mitterand (s.f.) se cuentan entre los más notables. En páginas posteriores (Capítulo 5, pp. 117) se expondrá con más detalle lo relacionado con la teoría de los cronotopos.

Ahora bien, nuestra perspectiva asume que la novela salvadoreña del período de posguerra da cuenta de las transformaciones sociales en un período histórico de transición entre la guerra y la paz. De tal manera que recrea este escenario con una especie de realismo que muestra las contradicciones y los desafíos que la sociedad salvadoreña debe enfrentar en un ambiente de desencanto y violencia. Se trata, entonces, de una práctica escritural heterogénea en donde conviven corrientes estéticas, estilos diversos y una temática variada que no pueden reducirse a unos cuantos rasgos. A pesar de ello, parece que hay algunas tendencias estéticas que dominan el espacio narrativo.


MARCO METODOLÓGICO

El trabajo de investigación que se llevó a cabo se trató de un estudio descriptivo-interpretativo que buscaba identificar algunas características generales de la novela salvadoreña en el período de posguerra (1992-2002), así como establecer el corpus de novelas publicadas durante el mismo a través de un método cualitativo de estudio de caso que requirió la utilización de tres estrategias de investigación: la entrevista abierta, investigación documental (bibliográfica y hemerográfica) y el comentario de textos.

El proyecto de investigación se desarrolló en tres fases: (1) fase de consulta bibliográfica y construcción del marco de referencia, (2) trabajo de campo y elaboración de corpus textual, (3) análisis de datos e interpretación de resultados.

Consulta bibliográfica y construcción del marco de referencia. En esta fase se identificaron las fuentes documentales y se procedió a elaborar un inventario del material que trataba algún tópico relacionado con la literatura salvadoreña, especialmente con la novela en el período de posguerra. Posteriormente se seleccionó el material pertinente para construir el marco de referencia de la investigación. El material seleccionado fue estudiado, clasificado y luego se elaboró una sistematización que facilitó la redacción del marco de referencia.
Trabajo de campo y elaboración de corpus textual. Luego de haber sistematizado la información y de tener un avance del marco de referencia se pasó a la fase de campo. En esta fase se aplicaron cinco entrevistas y se elaboró el corpus de novelas del período de posguerra. Algunas novelas se identificaron en las casas editoriales; otras en librerías y unas pocas en el Sistema Bibliotecario de la Universidad de El Salvador y la Biblioteca Nacional.

En esta fase se grabaron las entrevistas en un aparato magnetofónico y se transcribieron. Simultáneamente se conformó un cuadro de novelas del período de posguerra a partir de la información obtenida de las entrevistas y de la consulta bibliográfica. Este cuadro se actualizó a medida que se identificaban nuevos textos.

Las entrevistas se hicieron con el propósito de obtener información sobre algunas características de la cultura y la literatura en el período de posguerra; asimismo, se buscaba establecer algunas tendencias estéticas presentes en la novela durante este período y los cambios de perspectiva en la recepción de este género.

A partir de la información bibliográfica (fase 1) y de las entrevistas se logró elaborar el corpus de novelas escritas entre 1992 y 2002 lo cual facilitó su búsqueda y ubicación.
Análisis de datos e interpretación de resultados. Los datos obtenidos fueron tratados mediante el método de análisis de contenido de tipo cualitativo. En investigación literaria este método permite analizar la información a través de un conjunto de categorías previamente establecidas según los objetivos y preguntas de investigación. Esto permitió trabajar con la información de la siguiente manera: se leyeron todas las novelas del corpus y luego se procedió a la selección de una muestra intencional de las novelas más representativas del período para aplicarles una guía de análisis (véase selección de unidades de análisis). Para la realización del análisis de las obras se establecieron cinco categorías básicas: (1) características propias de cada texto; (2) características compartidas por los textos, (3) temática tratada, (4) tendencia estética predominante y (5) los tiempos y lugares de la acción narrativa (cronotopos).

En cuanto a la información de las entrevistas, de libros y de artículos analizados, se agregaron a estas categorías otras tres: (1) tradiciones estéticas presentes en la novela salvadoreña de posguerra; (2) características de la recepción de la novela de posguerra y (3) los principales cambios en la ficción novelesca en el período de posguerra.

De tal manera que se elaboró una matriz de ocho categorías, con la cual se procedió a analizar los datos obtenidos (figura 1).




Figura 1: Categorías básicas de análisis
Tiempos y lugares de la acción narrativa
Características de
cada texto
Características comunes
de los textos
Temática tratada
Tendencia estética predominante

Novela de posguerra
Tradiciones estéticas
Características de recepción
Cambios en la ficción

Estrategias de investigación

Como suele suceder en la investigación literaria, uno de los problemas difíciles de obviar es el de la riqueza semántica de los términos utilizados. Esta riqueza conduce muchas veces a la confusión de categorías y a patrones de clasificación de constructos generalmente insatisfactorios. Tal situación tiene que ver, por una parte, con la pluralidad de enfoques existentes sobre el fenómeno literario; por otra, con las tradiciones de investigación.

Pero ello no es exclusivo de la investigación literaria. Lo mismo ocurre en toda investigación social. Tal como puede corroborarse en cuanto a las herramientas de investigación, no existe acuerdo sobre cómo denominarlas. En este sentido, para Orti (1989) se trata de técnicas de investigación; para otros como Babbie (2000) son métodos, pero hay quienes (Cea, 2001) les llaman estrategias de investigación. Consideramos que esta última denominación es más abarcadora por cuanto incluye el conjunto de procedimientos específicos que se efectúan dentro del mismo momento de diseño técnico, aplicación del instrumento y procesamiento de la información.

En este sentido en el trabajo de investigación que se reporta en este informe se utilizaron tres estrategias de investigación: (1) investigación documental (bibliográfica y hemerográfica), (2) entrevista abierta y (3) análisis y comentario de textos.

Investigación documental (bibliográfica y hemerográfica. La estrategia de investigación documental permite analizar documentos escritos de distinta naturaleza relacionados con el problema de investigación. Dentro de una tipología bastante variada, Tena y Rivas-Torres (1995) establecen seis clases de técnicas de investigación documental: (1) bibliográfica, (2) hemerográfica, (3) audiográfica, (4) viedeográfica, (5) iconográfica y (6) análisis de contenido.
Las técnicas que se refieren exclusivamente a la búsqueda de información en documentos escritos son la bibliográfica y la hemerográfica; éstas permiten capturar la información relevante para reconstruir el contexto y la génesis del objeto de investigación, al mismo tiempo que hacen posible el análisis comparativo y la permanente actualización del marco teórico. Tienen la ventaja de que permiten el acceso a la información empírica secundaria (Rojas-Soriano, 2000), es decir, aquella información que no proviene de las manifestaciones verbales de los sujetos.

Entrevista abierta. En términos generales la entrevista es una estrategia de investigación que permite adquirir conocimientos sobre la vida social a través de relatos verbales de los individuos. Esta técnica proviene de la tradición cualitativa y se caracteriza por su flexibilidad y dinamismo (Taylor & Bogdan, 1996). De los diferentes tipos de entrevista que existen se destaca la entrevista abierta; se trata de una estrategia de investigación cualitativa caracterizada por uno o más encuentros cara a cara y en condiciones de igualdad entre entrevistador y entrevistado. Para kerlinger & Lee (s.f.) este tipo de entrevista es útil para realizar estudios exploratorios.

Según Babbie (2000) en la entrevista cualitativa se produce una relación entre un entrevistador que tiene un plan general de investigación, y un entrevistado. El mismo autor sugiere que este tipo de técnica no es un conjunto de preguntas pre-elaboradas sino más bien una búsqueda de información siguiendo los temas que suscita el entrevistado.
En el mismo sentido Kvale (1996) señala que este tipo de entrevista puede contener sólo unos tópicos que serán cubiertos o una secuencia detallada y cuidadosa de tópicos. Puede ser evaluada en una dimensión temática y en una dinámica. Lo primero, atendiendo a su relevancia para el tema de investigación; lo segundo, a la relación interpersonal en la entrevista. El autor aconseja preparar una guía de entrevista.

Análisis y comentario de textos. El análisis y comentario de textos es una técnica que se puede utilizar para analizar tanto textos argumentativos como textos literarios. Cao (1998) plantea una diferencia entre análisis de textos y comentario de textos. Por análisis entiende el desmontaje de los distintos componentes de un texto los cuales pueden ser presentados en matrices, cuadros o esquemas, entre otros medios. Y por comentario entiende la construcción de un texto a partir de otro. Con ello quiere decir que en el comentario culmina todo el proceso de lectura y de elaboración propia del sentido de un texto leído. Desde nuestra perspectiva, tanto el análisis como el comentario son dos estrategias factibles de aplicarse en un proceso de lectura puesto que para comentar es necesario analizar un texto. Por ello es que se propone como una estrategia de investigación, si se quiere, de lectura de los textos seleccionados.

Para el desarrollo de las estrategias antes señaladas se utilizaron los siguientes instrumentos: para la investigación documental se utilizaron tres tipos de fichas (bibliográfica, resumen y textual). Para la entrevista abierta se utilizó el protocolo de entrevista el cual consistió en la elaboración de una guía de entrevista con los tópicos de interés del investigador la cual sirvió como guía de entrevista. Para el análisis y comentario de textos se elaboró una guía de trabajo que contenía las categorías de análisis definidas previamente.
Selección de unidades de análisis

Para el desarrollo de la investigación se seleccionaron dos tipos de unidades de análisis: los informantes y los textos (novelas).Para la selección de los informantes se establecieron los siguientes criterios: (1) dominio del tópico, (2) conocimiento de la literatura salvadoreña y el contexto de producción y recepción y (3) experiencia en producción textual. En cuanto al dominio del tópico, se buscó que los informantes conocieran el género novela y sobre teoría literaria. En lo referido al conocimiento de la literatura salvadoreña se buscó que los sujetos tuviesen algún conocimiento específico sobre la novela salvadoreña en el período de posguerra. Y en lo que respecta a experiencia en producción textual se estableció como criterio que los sujetos informantes hubiesen publicado por lo menos un artículo científico sobre literatura salvadoreña en alguna revista nacional o internacional o que hubiesen publicado por lo menos una novela en El Salvador entre 1992 y 2002. Con base en estos criterios se seleccionaron cinco informantes: un crítico literario, un crítico-escritor, y tres escritores.

Durante la fase de elaboración del corpus textual se rastrearon las novelas publicadas en El Salvador entre 1992 y 2002. Para hacer manejable la información, previa lectura de todas las novelas identificadas, se decidió seleccionar una muestra intencional de diez novelas con base en los siguientes criterios: (1) distribución en el tiempo, (2) diversidad temática y (3) diversidad de tendencias estéticas.

El criterio distribución en el tiempo permitió seleccionar obras publicadas por primera vez en diferentes años entre 1992 y 2002, para garantizar cierta representatividad en el tiempo. El criterio diversidad temática hizo posible seleccionar novelas que trataran diferentes temas y motivos narrativos. Y el criterio diversidad de tendencias estéticas buscaba que las obras seleccionadas tuvieran cierta representatividad de las tendencias de la novela en el período de posguerra. Con base en estos criterios se seleccionaron diez novelas para análisis y comentario.

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